Reunión del Movimiento Europeo del Agua en Bruselas (13-15 de abril de 2023) : Declaración final

Los días 13, 14 y 15 de abril se celebró en Bruselas la reunión presencial del Movimiento Europeo del Agua (EWM) para analizar el estado de la aplicación del Derecho al Agua y al Saneamiento en Europa y establecer una línea de actuación ante la crítica situación actual del agua en Europa bajo la amenaza de las sequías, la crisis climática, el acaparamiento de agua, y la contaminación, así como las políticas de mercantilización y privatización. A la reunión asistieron más de 20 personas procedentes de 9 países (Alemania, Bélgica, Bosnia Herzegovina, España, Francia, Grecia, Italia, Países Bajos y Serbia). Este evento fue también una oportunidad para reunirnos con algunos eurodiputados con el fin de debatir sobre el futuro del agua en Europa e ilustrar algunas situaciones a nivel nacional y  regional, confirmando entretanto la necesidad de garantizar el Derecho Humano al Agua y al Saneamiento y nuestra posición a favor de una gobernanza pública y comunitaria del agua.

Tras nuestra carta a los eurodiputados del pasado mes de abril sobre la Conferencia de la ONU sobre el Agua de 2023 y el Manifiesto sobre la Justicia del Agua dirigido a la ONU en la citada Conferencia, el EWM exige que la política sobre el agua se lleve a cabo en toda Europa y, en particular, por parte de las instituciones de la UE, abordando las siguientes cuestiones prioritarias:

  • Necesidad urgente de preservar los bienes hídricos y el derecho universal al agua y al saneamiento frente a las emergencias medioambientales, la contaminación y los conflictos de intereses;

  • El gobierno público, comunitario y participativo de todo el ciclo del agua y su incompatibilidad con las actuales políticas de privatización.

Su cumplimiento sólo es posible con la adopción de medidas adecuadas, principalmente:

  1. Agua suficiente en cantidad y calidad para garantizar el acceso a los servicios de agua y saneamiento y para unos ecosistemas sanos y sostenibles. Estos usos del agua tienen prioridad sobre otros usos productivos, incluidas las obras hidráulicas conectadas como las grandes cuencas, y necesitan la adopción de medidas como la limitación y reducción del consumo de agua por parte de la agricultura intensiva y la industria del agua embotellada; la no contaminación por el vertido de aguas residuales insuficientemente tratadas; el no vertido de residuos (incluidos los nucleares) y la actividad minera que puedan contaminar las masas de agua; y la reducción drástica de las fugas de las redes de agua. El cumplimiento de estos criterios prioritarios y la aplicación de las medidas relativas podrían ayudar a gestionar mejor los conflictos de uso agravados por el calentamiento global y, como consecuencia, las sequías;

  2. El agua entendida y tratada como un bien común inalienable. Como consecuencia: exclusión del agua de cualquier mercantilización, financiarización y cotización; gobierno público, comunitario y participativo de los servicios del agua y del ciclo del agua; no privatización de los servicios del agua, de los bienes hídricos y del ciclo del agua; su exclusión de los procesos de liberalización y de los acuerdos comerciales; gestión del ciclo del agua realizada con formas públicas y comunitarias mediante financiación pública; derecho al agua y al saneamiento; y el agua como bien común inalienable incluidos en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE.

Sin embargo, con el debido respeto a estas instancias, a pesar de algunas declaraciones a favor de nuestras reivindicaciones, la falta de acceso a agua y saneamiento de buena calidad y asequible (pobreza hídrica) sigue siendo una experiencia cotidiana para millones de ciudadanos europeos, agravada aún más por las emergencias actuales.

Con todo, frente a esta situación que requiere urgentemente una gobernanza del agua más inclusiva, pública, comunitaria y participativa, los gobiernos europeos y en particular las instituciones de la UE, a través del NGEU (NextGeneration EU - Plan Europeo de Recuperación 2020) y de los Planes de Recuperación de los Estados Miembros, están abriendo a los capitales privados no sólo los servicios de agua, sino también el ciclo global del agua y los recursos hídricos. En varios casos, ésta política va acompañada de una falta de inversión en la calidad de los servicios, el mantenimiento de las redes y la reducción de las fugas de agua, en contraste con un aumento inaceptable de los beneficios y los dividendos privados. Además en muchos casos las concesiones a sujetos privados para actividades con un gran impacto sobre los recursos hídricos disponibles, como el vertido de residuos, las actividades mineras, las grandes cuencas, la agricultura intensiva, la industria del agua embotellada, restan a la población la cantidad necesaria del agua y a menudo van acompañadas de contaminaciones que comprometen su calidad.

La cotización del agua y su mercantilización completan este panorama, pero, a pesar de las graves preocupaciones expresadas por el Relator Especial de la ONU sobre el Derecho Humano al Agua y al Saneamiento y por varios sujetos institucionales y sociales, no recibieron ninguna condena ni reproche por parte de las instituciones europeas.

El Movimiento Europeo del Agua confirma su firme compromiso contra la privatización, mercantilización, financiarización y el acaparamiento de los bienes hídricos. En este sentido, confirma su solidaridad y apoyo a todas las iniciativas y luchas, tanto locales como internacionales, en defensa de la preservación de los bienes hídricos y de una gobernanza pública, comunitaria y participativa del agua.

El EWM seguirá luchando para que los operadores de agua sean completamente públicos en propiedad y en estatus jurídico, y por una financiación pública de las inversiones relativas a los servicios de agua, al ciclo del agua y a la preservación de los bienes hídricos.

En cuanto a la legislación y normativa de la UE sobre el agua, EWM reitera las siguientes peticiones:

  • Rechazo oficial a la financiarización y  cotización del agua en Bolsa y declaración del agua como bien común inalienable no sujeto a mercantilización y comercio;

  • Inclusión del Derecho al Agua y al Saneamiento en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE;

  • La Directiva sobre el Tratamiento de las Aguas Residuales Urbanas (UWWTD) debe respetar el Derecho Humano al agua y al Saneamiento y debe garantizar que la industria química y farmacéutica no mantengan contaminando nuestras aguas;

  • Una definición más completa del Derecho al Agua y al Saneamiento asegurando, junto con el acceso universal a los servicios de agua y saneamiento, su asequibilidad, una cantidad diaria individual mínima de agua basada en las normas de la OMS y la ONU, y la prohibición de las desconexiones de agua;

  • Exclusión del agua de las liberalizaciones y los acuerdos comerciales.

Para concluir, las amenazas al agua como bien común y fuente inalienable de vida por parte de los grandes poderes han sido denunciadas por el EWM desde 2020 en varias declaraciones y cartas dirigidas a las instituciones de la UE, pero aún no hemos recibido ninguna respuesta oficial. Las emergencias medioambientales, políticas y sociales, y no sólo la última sequía, confirman y aumentan la urgencia de una posición clara de la UE contra las políticas de libre mercado sometidas a los intereses privados y de emprender medidas inmediatas para atajar la pobreza hídrica.